El Mesón Molinero nace en el pueblo de Traspinedo. En el año 1970 echó a andar con la idea de Guillermo Puertas de plasmar la costumbre de los pastores del lugar, que cocinaban lechazo en pinchos y degustaban este sabroso manjar mientras recorrían esta tierra surcada de viñedos.

Guillermo Puertas, pionero del pincho de lechazo churro al sarmiento, forjó así su sello de identidad en este emblemático mesón, especializándose y siendo el primero de la villa en comercializar este plato, el mismo que hoy y de manera renovada regentan sus hijas Ana y Elena.